El problema de la descarbonización y el transporte

El transporte es uno de los sectores que más contribuye a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, especialmente el transporte terrestre y aéreo. La descarbonización es un proceso crucial pero desafiante para el sector del transporte, que tendrá que adaptarse rápidamente a nuevas normativas y tecnologías para contribuir a un futuro más sostenible.

A nivel mundial, el transporte por carretera representa aproximadamente el 20-25% de las emisiones totales de CO₂. En la Unión Europea, este sector fue responsable de alrededor del 72% de las emisiones del transporte en 2019, siendo los automóviles particulares y los camiones las principales fuentes.

Aproximadamente, un camión pesado que recorre 100 kilómetros puede emitir entre 60 y 100 kg de CO₂, dependiendo de factores como el tipo de combustible, la carga transportada, el estado de las carreteras y la eficiencia del motor.

El transporte de mercancías por carretera se enfrenta a un futuro de transformación profunda, impulsado por la necesidad de reducir las emisiones de CO₂ y adaptarse a las nuevas demandas de sostenibilidad.

Uno de los cambios más relevantes será la electrificación del transporte de mercancías. Se espera que la electrificación del transporte de mercancías se acelere después de 2030, con un crecimiento rápido de las flotas eléctricas hacia 2040.

La descarbonización es un proceso crucial pero desafiante

El uso de sistemas avanzados de gestión de flotas y planificación de rutas, apoyados por inteligencia artificial, reducirá el consumo de combustible y las emisiones al minimizar el tiempo en carretera y los recorridos innecesarios.

Los gobiernos y organismos internacionales están implementando políticas más estrictas para reducir las emisiones del transporte de mercancías por carretera. Muchas ciudades están implementando zonas de bajas emisiones, donde se restringe el acceso a vehículos contaminantes.

La descarbonización del transporte de mercancías ofrece oportunidades para la innovación y la creación de nuevas infraestructuras y tecnologías.

  • Aceleración de la electrificación y el uso de hidrógeno a medida que la tecnología madura.
  • Adopción de soluciones digitales y optimización logística para mejorar la eficiencia.
  • Normativas más estrictas que fomentan la transición hacia flotas limpias.
  • Un enfoque hacia la colaboración intermodal que aproveche la combinación de diferentes modos de transporte.

Se espera que la combinación de estos factores impulse una transformación profunda del sector hacia un modelo más sostenible y de bajas emisiones, alcanzando en las próximas décadas una reducción significativa.

La descarbonización es un tema de creciente preocupación para el sector del transporte de mercancías por carretera. Durante el pasado mes de septiembre, este asunto fue ampliamente discutido en mesas redondas como la organizada por la Asociación ATFRIE, donde se debatió sobre los desafíos y soluciones para reducir las emisiones en la industria.