Transporte de mercancías por carretera en 2024
Con el año 2024 recién iniciado, las empresas ya han puesto en marcha su plan anual de trabajo. En este sentido, el transporte de mercancías por carretera, uno de los sectores más relevantes dentro del panorama nacional, debe tomar en consideración una serie de retos que tendrá que afrontar con las máximas garantías posibles.
Grandes retos del transporte de mercancías
Actualmente, el sector se encuentra ante una caída de actividad entre el 12% y el 18% y ante un notable aumento de los costes derivados de la subida de los precios del combustible y de los camiones y sus componentes (sobre todo los neumáticos). Además, la escasez de conductores profesionales supone un gran problema. Se calcula que harían falta un 30% más de los que hay hoy en día, sobre todo teniendo en cuenta que la previsión es que la mitad se va a jubilar durante la próxima década.
Asimismo, la descarbonización es otro de los grandes desafíos sobre la mesa. El proceso de reducción paulatina y progresiva de emisiones de carbono a la atmósfera se plantea como uno de los principales retos ambientales, sociales y económicos a escala global. De hecho, ahora en las zonas de bajas emisiones ya solo se puede circular con camiones eléctricos y para las distancias cortas no resulta una grave dificultad.
La problemática llega para las largas distancias. Todavía no existe un desarrollo tecnológico y la única manera de aminorar la contaminación es con camiones de gas. Por ello, se antoja imprescindible implantar tecnologías de transición hasta que venga el camión eléctrico.
Volviendo al tema de los costes, el sector seguirá enfrentándose a unos precios al alza después de que el Gobierno haya dictaminado un incremento del 8,6% en las bases de cotización. Y es que en este sentido, por poner un claro ejemplo, las empresas españolas dedicadas al transporte por carretera deben soportar 1.000€ más que las compañías alemanas.
Otro problema radica en los peajes, ya que en España muchos han subido su coste de manera sustancial. Al igual que ocurre en otros países como Alemania y Austria, donde los transportistas tienen que pagar ahora hasta un 83% más que antes. Un aumento justificado por la introducción de un criterio sobre las emisiones de CO2 emitidas por los vehículos, una medida cada vez más frecuente en Europa.
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